Después de tanto tiempo sin escribir por aquí, creo que hoy
es muy buen día para re-inaugurar con unas letras este blog que, como muy bien
saben mis amigos, solo es un rincón de reflexión donde todos estamos invitados
a participar.
Esta mañana me he puesto a revisar lo que estos días se ha
dicho de la pesca. “Hay que subir las cuotas” han dicho algunos, “El pez espada
no pueden quitárnoslo” han dicho otros, incluso en el debate de TVE apareció el
sector pesquero y su problemática, de forma muy ligera claro. Sinceramente, no
me impresiona que tengan que llegar elecciones para escuchar cómo nos preocupa
tanto a los políticos la pesca, los pescadores y sus familias pues, al fin y al
cabo, creo que la pesca solo interesa, de verdad, a los pescadores y a unos
pocos que muchas veces, de forma altruista, deciden dar voz a sus verdadera
realidad.
No quiero que esto se convierta en una crítica a nada ni nadie,
no es mi objetivo, pero invito a hacer una reflexión conjunta. ¿Alguien cree
que el motivo principal es el “no nos dejan pescar más”? ¿Alguien piensa que “esto
no tiene solución”? Yo no conozco la respuesta pero sí que estoy seguro que
existe un camino mucho más eficiente que el depender de la defensa de otros.
Creo que la solución a los problemas del sector es el sector
en sí, es decir, los pescadores. Los pescadores poseen un conocimiento que
(casi) nunca se tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones. Hemos alejado a
los protagonistas del mar de la solución a su problemática con la excusa
cobarde de pensar, porque creo que muchos lo piensan, que ellos son el
problema.
Yo pienso lo contrario.
La única forma de salvar la pesca es con más pescadores y menos populismo, acercándonos
a sus ideas y debatiéndolas, escuchando lo que dicen para entender todo el
sacrifico que hay detrás de cada pescado. Es hora de que la gestión del sector
pesquero sea participativa, activa y directa por parte de los pescadores. No
descubro nada nuevo pero pongo sobre la mesa una alternativa que, yo sepa,
ningún programa plantea.
Es cierto que los pescadores necesitan una voz fuerte que
los defienda en Europa pero jamás habrá voz más fuerte que la suya. Ese debe
ser el verdadero programa político sobre pesca, buscar alternativas que
incluyan al pescador en la solución y en la gestión de los recursos. La sostenibilidad de la pesca, el futuro de
la pesca, no se juega en Europa se juega en cada comunidad de pescadores.
No se
puede seguir gestionando un sector de la punta (personas con muy buenos trajes
y que ocupan muy buenos asientos) a la base (pescadores) sino que entre todos
tiene que nacer el consenso que garantice los derechos y exija los deberes de
aquel sueño, hoy no muy claro, de una Europa sostenible, solidaria y construida
por todos para todos.